Llego al blog de José Urriola a través del muy entretenido espacio de Roberto Echeto, y todavía no sé que allí me espera una sorpresa mayúscula: el cine breve, intenso y brillante de Artavazd Pelechian. La alegría de descurbir a este creador armenio es lo único que palía el dolor de saber que en todos estos años yo no tenía ni idea de que existían estas imágenes, ni mucho menos el concepto fascinante de montaje a distancia, que es como una teoría literaria para los fotogramas. Ahí les dejo uno de sus últimos filmes, el impresionante Verj (Fin, 1994); y un link al sitio en francés sobre Pelechian, que se precia de ser el 1er. site Internet dédié à Artavazd Pelechian. Suerte para ellos, y suerte para el que se sumerja en esta maravilla de cine:
Verj (1994)
3 comentarios:
Nunca había escuchado hablar de la brevedad en el cine, al menos no como esta que es como un soneto, una brevedad tan lirica…
También me llama la atención el título: "El fin", no sé, pero a mí me parece que habla de la muerte. Todas esas personas que aparecen al principio, de todas las edades e incluso religiones, donde la cámara es una especie de fisgón que mira a todo el mundo, si dejar de ser uno más en el tren , como diciéndonos que es una cosa que nos concierne a todos, sin excepción, y de pronto un momento de luz, casi místico, el único momento donde la cámara se abre para dar una imagen amplia de lo que está mirando sin espiar, para luego entrar en la obscuridad de un túnel donde la cámara se repliega nuevamente y entonces el fin.
No sé, tú qué piensas??
Saludos
creo que es el vacío, y de eso escribo hoy. La mirada desde ljos Pelechian la llama "candid shot", él usa teleobjetivo para interfereir lo menos posible en el plano que está haciendo, para que elpersonaje sea lo menos consciente posible. Una belleza, ¿verdad?
La vida es un viaje que nos ciega de claro-oscuro, y el traqueteo es lo que le da sentido a lo incierto del destino. Sólo en la muerte el vaivén de la vida es un adiós quedo sin final.
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