...de la joven literatura venezolana, que no se rinde, que no ceja y sigue escribiendo a pesar de los pesares. Estos cuatro son de
izqader:
Roberto Echeto,
Fedosy Santaella,
Rodigo Blanco y
Héctor Torres. Si el ritmo de escritores sigue así, la literatura venezolana no tiene nada que temer, y sí mucho que pedir a los críticos cuya tarea es comentar, estudiar y orientar a los lectores acerca de lo que está pasando en la literatura de Venezuela. Ellos está escribiendo; otra cosa es que la crítica los esté leyendo -y comentando. Menos hablar de muertos y lejanos y más dedicarse a los que les toca, señoras y señores...
Así decía Betsinda (en realidad la princesa Rosaura) cuando la encontraron, harapienta y con un solo zapato. Forma pate de la hermosa fábula.realista de William Thackeray,
La rosa y el anillo, cuya moraleja es algo así como
los mejores dones son los que te ganas co tu propio esfuerzo, pues a Rosaura y al príncipe Giglio no son pocas las desgracias que les ocurren por culpa de los dones regalados a sus madres en su momento. Justamente, esa rosa y ese anillo serán la alegría y la desgracia de todos los personajes de este cuento que he leído tantas veces y que no logro encontrar aquí en Madrid. De todas maneras, esta noche he soñado con él y por eso me levanto a colocar, en su honor, este león que saca la lengua...
Por
The Book Room ("Where we talk about books — and not just best sellers") llego a
Celebrity Insider, donde se da la noticia de que han cazado a Pamela Anderson leyendo, y además leyendo un libro que por su título promete ser interesante y, si no lo creen, pulsen sobre él y vayan al resumen que hace la editorial:
Unmarketable: Brandalism, Copyfighting, Mocketing, and the Erosion of Integrity, de Anne Elizabeth Moore, antigua editora de de la revista
Punk Planet. De entrada, un epígrafe sirve de aperitivo:
There’s an industry around you that works, whether you agree with it or not. —ALEC BOURGEOIS, DISCHORD RECORDS LABEL MANAGER. Pues la Pamela se ha puesto a tiro de los papparazzi con su carita escondida en el libro y sus nalguitas recibiendo sol para que se comprobara una vez más que somos unos prejuiciados y suponemos (o no suponemos) cosas en ciertos artistas: la lectura para friccionar el cerebro y Pamela Anderson no parecían hacer pareja y, ya ven, esta deliciosa foto demuestra lo contrario. Lo único que me preocupa es si leer no estará expresamente prohibido en el contrato de la muchacha. No vaya a perder el trabajo por culpa de unas hojas mal puestas por ahí...
Internet ha hecho posible que cualquiera envíe sus palabras por el mundo, más allá de lo que sus pies lo pudieren llevar. Lo dice con exacta frase Cristian Piazza en
Café y Lecturas:
Los poetas jóvenes encontraron en Internet una puerta abierta al público. Los poetas jóvenes; y los viejos; y los malos; y los buenos; y los que no conocen la palabra poesía; y los que dicen orgullosos
poetisa, y los que no lo son, y los que odian la poesía; y todo aquel que tiene o quiere o cree que tiene algo que decir al mundo. Es la comunicación llevada al extremo, es una conspiración para dejar sin trabajo a Mercurio, el que antes se encargaba de difundir los sucesos y las ideas por el mundo. Internet es un gran meme, el meme de esta civilización. Y es muy difícil saber -sólo la imaginación lo sabe- a dónde nos llevará esa continua profusión de palabras. ¡Si Johannes Gutenberg levantara la cabeza!
foto: Phil Toledano
Si el ojo fuera un ser vivo, la vista sería su alma, recuerdo que dice Aristóteles en Sobre el alma, y recuerdo que esta frase llegó a mí en un momento en que tenía la manía de rayar las paredes de mi cuarto con frases; así que ya saben por qué me sé de memoria esta del Estagirita, en la que pienso con frecuencia porque pienso en las cosas más nimias cuando voy caminando por ahí. Y ahora estaba leyendo algo que me recordó esto, y decidí poner esta foto, soltar la mano y decir: la vista es el alma del ojo, pero su memoria se aloja en nosotros que repetimos sin cesar lo que el alma del ojo registra continuamente, incluso cuando dormimos. ¿Qué pensará el ojo de todo lo que decimos? Sin duda, algo muy acuoso.
