337. Consciencia

Hoy venía de ver el nuevo espacio de exposiciones de Madrid, el de La Caixa, donde se exponen colecciones de la Galería de los Uffizi (algunas maraviilas allí, incluida la Madonna de la Loggia, de Botticelli, puro paleo-cómic), cuando me topé con esta enorme imagen en la que Jesús Vázquez, Boris Izaguirre y Fernando Grande Marlaska (dos presentadores de televisón y un juez de la Audiencia Nacional). Como se ve, es una imagen que forma parte del Ministerio de Sanidad de aquí para prevenir el contagio de sida entre "aquellos que mantienen relaciones sexuales con personas de su mismo sexo". Campaña súper mediática, desde luego, y que debe de dar sus frutos. El primero de ellos, la consciencia, la consciencia en todos los sentidos; la consciencia que se abre, que se expande, que no se estrecha. La consciencia que normaliza todas las actividades del ser humano, que ninguna de ellas es escandalosa ni aberrante, sólo son propias del ser humano. Pasos de gigante da España, y eso es bueno. Que se copien los demás sería lo mejor que puede ocurrir. Que la consciencia se expanda hasta los límites a donde antes no ha llegado, hasta los límites de los que habla Wittgenstein, "los límites de mi mundo son los límites de mi pensamiento"; y si el pensamiento es infinito, ¿cuál es entonces el límite de mi mundo?